En 2019, por primera vez en la historia de Estados Unidos, un nuevo estudio que analizó datos de iglesias de 34 denominaciones y grupos protestantes encontró que 4.500 iglesias cerraron en 2019, mientras que se iniciaron alrededor de 3.000 nuevas congregaciones. Las 34 denominaciones protestantes representan alrededor del 60% de las denominaciones protestantes con sede en Estados Unidos. Tenga en cuenta que
este es un punto de referencia anterior a COVID, que se prevé que se vuelva más pronunciado a raíz de COVID-19.

En 2014, el investigador Alan Hirsch descubrió que “de 318 millones de estadounidenses, 208 millones (alrededor del 60%) no están interesados en cruzar las puertas de una iglesia convencional”. En otras palabras, el campo misionero de hoy se realiza con la iglesia convencional (a excepción de los inmigrantes de primera y segunda generación). Entonces, la nueva pregunta es: ¿cómo podemos alcanzar ese porcentaje, que ha aumentado y ahora está más cerca del 80%?

En 2015, la investigación de Josh Packard descubrió que “aproximadamente 104 millones (33%) han abandonado la iglesia”.

¿Quiénes son estos 104 millones? Los llaman los «hacedores». Han brindado años de servicio dentro de su iglesia local como ancianos, diáconos, líderes del ministerio infantil, etc., sólo para descubrir que son ineficaces para alcanzar el campo misionero moderno de hoy.

Packard continúa: “Nuestras entrevistas indican que los que no asisten a la iglesia se encuentran entre las personas más dedicadas de cualquier congregación. A menudo se esfuerzan por ocupar puestos de liderazgo en un intento de arreglar las cosas de la iglesia que no les satisfacen antes de decidir en última instancia que sus energías podrían gastarse mejor en otra parte.

En otras palabras, los excluidos de la iglesia eran los “hacedores” en sus congregaciones”.